Betis Bohemio

Desde Tigre hasta Heliópolis: la experiencia de un argentino en el Villamarín

Por Jorge Palavecino // @Palapalavecino8

Cuando los fanáticos del fútbol vienen a España mayormente visitan dos estadios, el del Real Madrid y el del Barcelona, para muchos los más importantes del mundo, pero este no es mi caso. Gracias a la pandemia y a Twitter conocí a Enrique Roldán un bético que en un hilo del pajarito azul habló de Pedro Areso, defensor vasco campeón de Liga con el Betis que antes de retirarse visitó la camiseta de Tigre, equipo del que soy hincha desde que me gusta el fútbol.

Muchas veces he escuchado decir que las hinchadas europeas son frías o que son de dos equipos, pero en el caso de los aficionados del Betis no es así, aunque vamos a ir por partes.

La experiencia de ver el Benito Villamarín por dentro en un tour y luego con miles y miles de hinchas en un partido de Europa League fue algo increíble. Recuerdo que cuando el Zenit atacaba, la afición hacía vibrar el estadio, literal que el estadio vibraba y como dicen acá “acojonaba” realmente. Y, en cuanto a la teoría de que en todas las canchas del mundo cantan canciones argentinas, no tengo más que confirmarlo, es que en un momento me sentí en el José Dellagiovanna escuchando: “Betis, mi buen amigo”, “Soy del Betis” o “Yo te quiero Betis, voy contigo siempre a todos lados” y muchas más.

El partido terminó 0 – 0 y el Betis pasó de ronda en la Europa League (aunque todos conocemos el trágico desenlace de Frankfurt), pero quiero destacar la previa, la cual hicimos en una plazoleta cercana al Villamarín, en el sevillano (y bético) barrio de Pedro Salvador. Fui a comprar una cerveza a la tienda Pan Pan Bocadillos y cuando giré no cabía un alma en ese lugar, no sé de dónde ni cómo, pero estaba llena de camisetas, bufandas y banderas verdes y blancas.

También conocí a Juan y a su hija que me trataron como si me conocieran toda la vida; un dato curioso, me contó que vivía en la Avenida de la República Argentina y en el bloque Tucumán, mi madre es de Tucumán. Otra muestra más de que el Betis es la vida y la vida es el Betis.

¿Qué decir del bético? Increíbles seres humanos, desde los guardias de seguridad de la Ciudad Deportiva Luis del Sol, el departamento de prensa a las jugadoras del féminas. Y, con respecto a la afición, fanáticos hasta la médula, sufridos como todo hincha de bien.

“La afición que más me ha impresionado ha sido la del Betis” dijo el Diego en un partido ante la selección española y, a palabra santa, afirmación. Sevilla es una ciudad muy hermosa dividida por dos equipos de primera división ¿Mi corazón? verde y blanco, bético y bohemio de Guido Spano y Avenida Perón hasta la Avenida de la Palmera del barrio de Heliópolis.

¡Musho Betis Matador!

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