Betis Bohemio

A la Copa, a la Copa, mi Betis juega

Por Alfonso del Castillo /  @alfonso_del

Miércoles 9 de enero de 1985, noche gélida en el Villamarín. Partido de vuelta de la Copa contra el Sevilla. En el encuentro de ida, jugado en diciembre, los palanganas ganaron 1-0 con un gol de Magdaleno en una contienda igualada y con pocas ocasiones.

Las previsiones para los verdiblancos no son nada buenas. El equipo no anda bien en casa, pues de 10 partidos de Liga en Heliópolis sólo ha ganado 3, empatado 2 y perdido 5. Unos números para flirtear con la zona baja de la tabla. Menos mal que lejos del Villamarín los números son de lujo: en 9 partidos de Liga ha ganado 4 y ha empatado 5, y no conoce aún la derrota fuera.

El chiste ha sido fácil en las Navidades pasadas: los socios del Betis le han pedido a los Reyes un kilométrico de Renfe para así no verlo perder.

Para hacerlo aún más difícil 3 días antes una nueva derrota 0-2 en casa frente al colista, el Real Murcia…

¡¡¡ Ya están los toros, que salgan los toreros¡¡¡

Clama la grada verdiblanca más fiel, la que se agrupa bajo el marcador del Gol Sur, el Palomar, como se conoce a la zona que desde la inauguración de la nueva Tribuna en 1972. Ahí es donde se concentra la afición más ruidosa y bullanguera del equipo verdiblanco.

Han saltado al campo primero los jugadores del rival, y luego lo hacen los locales entre un lanzamiento masivo de papelillos y el ondear de banderas verdiblancas.

En la grada de enfrente, debajo del marcador simultáneo del Gol Norte, se agrupan los aficionados rivales, que han llegado en buen número alentados por los últimos resultados de su equipo y la esperanza de eliminar al Betis.

Antes del inicio del partido se cruzan cánticos variados y chanzas y mofas entre unos y otros.

¡¡¡Aquello es un estadio, esto un futbolín!!! gritan los palanganas, mientras que desde el Gol Sur se les recuerda que la inmensa mayoría de los visitantes no han visto a su equipo ganar absolutamente nada:

¡¡¡Arriba, arriba, arriba,

arriba el Betis campeón

somos campeón d’España

somos campeón d’España

en el Vicente Calderón!!!

Sólo van 9 minutos de juego cuando Calderón, con un lanzamiento de falta marca de la casa, bate a Buyo e iguala la eliminatoria. Y 5 minutos después, fantástica apertura de Ortega hacia un costado para que Calderón la ponga en el área y el Poli Rincón fusile a Buyo.

Bajo el palomar el Chupe levanta el objeto en verdiblanco que da nombre a la Peña entre aclamaciones y palmas.

¡¡¡ A la bin, a la ban,

a la bin, bon, ban,

er Beti, er Beti

y nadie más,

a la bin, bon, ban!!!

Eso después de tres largos gritos de ¡¡¡¡Beeeeeeeti…¡¡¡, que son contestados unánimemente con un ¡¡¡Bien¡¡¡ masivo.

Es el delirio en las gradas de Heliópolis, que ven al equipo bético jugando agazapado y saliendo a la contra con precisión para hacer el tercero en una apertura de Calderón hacia la banda izquierda, para que Romo ponga un centro preciso que Suárez de cabeza manda a las redes. Minuto 41 y 3-0. El pescao está vendido.

¡¡¡ Con los dedos de las manos,

con los dedos de los pies,

con la polla y los cojones,

todos suman veintitrés!!!

¡¡¡Sevillista el que no bote,

sevillista el que no bote!!!

Y el Villamarín entero bota, vaya sí bota, incluso durante el tiempo de descanso no paran los cánticos, el redoble de tambor acompasado con las palmas por sevillanas y el ¡¡¡Beeeeeeti, Beeeeti, Beeeeti¡¡¡ que acompaña la salida al campo de los jugadores verdiblancos.

La segunda parte es un quiero y no puedo del equipo visitante, con una fiesta continua en la grada verdiblanca y con ocasiones para aumentar aún más el resultado, como cuando Parra estrella el balón en un poste en un nuevo contragolpe o Calleja remata salvando Buyo.

Los palanganas van desapareciendo poco a poco del graderío, y cuando las últimas banderas blanquirrojas se pliegan definitivamente en el Gol Sur continúan los cánticos:

¡¡¡¿”Adónde” están los Biris, que no los veo?!!!

Al final la fiesta se vive en la intimidad de la gente verdiblanca, ante la retirada urgente de los aficionados rivales. El  ¡¡¡Beeeeeeti, Beeeeti, Beeeeti¡¡¡ de claras reminiscencias británicas (Mundial de Inglaterra en 1966) trona en la noche fría, pero tremendamente cálida, que se ha quedado.

Delante de la puerta de cristales el autobús sevillista es despedido por sevillanas:

¡¡¡A la Copa, a la Copa.

mi Betis juega

que se tomen por culo,

los que no juegan!!!

¡¡¡ En primavera,

a la Copa, a la Copa,

en primavera,

a la Copa, a la Copa,

mi Betis juega!!!

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