Debido a la inminente resurrección del Palomar de Gol Sur que han llevado a cabo los amigos de Betis Bohemio en su brillante logo, os dejo un artículo que publiqué en la Revista Balompié la semana de la demolición del bendito Gol Sur. Es cierto que el Palomar cayó años antes, pero cuando la última piedra de Gol Sur tocó el suelo, fue cuando me decidí a escribir estas líneas.
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Eh, oigan, a vosotros os hablo. Soy el Palomar del Gol Sur, no quería marcharme sin despedirme de la afición que contempló conmigo las alegrías y las penas de nuestro Real Betis Balompié. Recordaréis mis días de gloria, claro, los vivimos juntos, no digo que no hubiera fracasos, pero fueron fusilados por vuestro Manquepierda, el lamento agónico que simboliza en un grito la explosión del amor más verdadero.
Me dirijo a aquellos que al girar a la derecha donde termina la Palmera dan sentido a sus vidas, a los que pueblan las gradas (hasta ayer mis compañeras) haga frío o calor infernal, convirtiéndolas en eso, en un auténtico infierno para los que no profesan la fe única y verdadera, la verdiblanca. Esa que encierra el misterio de una pasión inexplicable e inextinguible que alumbró el día en que Sevilla comenzó a ser una ciudad de bien, aquél día en que su hijo más sevillano decidió llevar el nombre romano de su río, ese que viera la luz muchísimos lustros antes que su propia madre. Betis, vosotros lo paristeis y solo a vosotros os debe la alegría cabal en la victoria y la pena de lunares en la derrota. Porque escuchen una cosa, desde aquí arriba vi goleadas, «espantás», delirios y esperpentos, pero aprendí algo maravilloso: un bético nunca pierde. Yo os presencié en aquella noche aciaga del Tenerife gritando Beeeetis Beeeetis a los cuatro vientos más orgullosos aún que cuándo Cobo levantó la primera Copa democrática de España.
En mi despedida sólo os pido unión y cierre de filas ante ese escudo y esas trece barras que tan diferentes os modelaron «Quién te puso trece barras y enfrentó el destino, sembrando el camino de pájaros negros por desafiar las leyes y los dioses» quizás sin ellas todo habría sido más fácil, pero dudo mucho que pudierais amarlo tanto.
Por @AtilaLadinsky
Buenoas tardes,
Lamento tanto que no se conservara para los béticos en alguna ubicación del estadio como que cuando lo retiraron desapareciera sin que se diera alguna explicación.
Un saludo y suerte con el proyecto.
Rafael Medina, Historiador del Real Betis Balompié 2010 – 2012.