Por Javier Guerrero Alfonso / @BetisShirts
Locos de atar por colorear de verde la tierra prometida, y de verde tenemos que pintar el Villamarín en el partido europeo más importante de nuestra historia. Verde, verde debe ser la camiseta, la camisa, polo o la prenda que lleves puesta el jueves para que nuestra casa luzca verde como el manto de la esperanza. Es para enfadarse en caso de no ver el verde esperanza. Porque cuando yo encontré en tus ojos luces de esmeralda, yo me dije sí, este sí es mi Betis; y el jueves debemos ser más Betis que nunca. Debemos hacer de esa noche un recuerdo que perdure en la memoria eternamente, de una manera que, al mirar atrás, digamos que nuestra casa verdeaba como una esmeralda. Nuestra casa, la vieja casa de la bombilla verde que con luz propia debe brillar. Porque en cada primavera hay un verde diferente, y el de esta ha de ser recordado por siempre, la primavera en que todas las estrellas están florecidas de verde.
Ay, Betis, como busco los luceros de tus ojos verdes. Ay, Betis, ¡verde mundo, pequeño y dilatado en mis ojos! Betis de mis entretelas, verde que te quiero verde, verde viento, verdes ramas. Betis que me tienes nervioso y ya vestido de verde samurai Buda en jarras. Ay, Betis, que vamos a la guerra y el alma me huele a pintura verde y ahí iré, vestido de guerrero, con su escudo verde. Qué larga se me está haciendo la espera, Betis, que estoy en casa vestido de verde fulgor de vida detenida.
De verde, Betis, de verde, que tu verde nos abraza, que el verde siempre ha sido el color favorito de mi mamá, que desde que era pequeña, mi abuela decía verde es la niña. Tiene verdes ojos, pelo verde. ¡En el verde aire viene! Porque el verde influye fuertemente en el corazón. Verde, Betis, de verde, verde presidio y hondo, verde prado, que a la esperanza indócil alimentas con grama en flor, sonrisa de mi dueño.
Betis, que eres tu gente y tu gente tiene que teñir de verde la ciudad y volver a celebrar. Tu gente, Betis, tu gente la que tiene que dejarse la vida, la que tiene que rugir como perros verde botella. Tu gente que se dejará esa voz que emanará de verdes labios que florecen juntos. Como tienes a tu gente, ¡cuántas veces te esperó! ¡Cuántas veces te esperara, cara fresca, negro pelo, en esta verde baranda!
Así que bético, recuerda, de verde, no de otro color, no de verdiblanco, solo y exclusivamente de verde. Bético, de Verde Esperanza, rama florecida del árbol de la Pasión. Por ello, bético, pregónalo, ¡Verde de vida y de fe, verde de aurora y de cielo, verde de Amor infinito! Rezalo, verde Macarena, verde Triana, verdes tus ojos, verdes tus promesas. Recuérdalo, bético, que verde es tu bandera, verde es tu consuelo, verde es la vida que resucita en tu mirada. Suéñalo, que la noche verde de Sevilla tiene nombre de Esperanza. Luce orgulloso el verde tu risa, verde tu llanto, verde mi alma cuando te canto. Promételo, bético, ve vestido del verde juramento de amor eterno que Sevilla pronuncia en tu nombre, el del río que dio nombre a la tierra, Betis. Así que no le falles al Betis, no te falles a ti mismo y el jueves al Villamarín, de verde, el color de la vida, la libertad y la esperanza, verde que te quiero verde, verde mi equipo del alma.