Betis Bohemio

Del Stadium de la Exposición al Benito Villamarín

Por Alfonso del Castillo / @alfonso_del

El Stadium de la Exposición fue construido con motivo de la Exposición Iberoamericana celebrada en Sevilla en 1929. La necesidad que tenía la ciudad de contar con una instalación deportiva de primer nivel fue uno de los argumentos para su construcción, aprovechando los espectáculos deportivos que conllevaba el evento expositivo.

Su inauguración oficial tuvo lugar el 17 de marzo de 1929 con un partido internacional entre España y Portugal con victoria hispana por 5 a 0. Al día siguiente se celebró otro amistoso entre las selecciones de Sevilla y Lisboa, que concluyó con empate a 1. En el combinado sevillano se alinearon 5 jugadores béticos, los primeros en jugar en el nuevo estadio: Estévez, Adolfito, Álvarez, Carrasco y Enrique.

 

El Betis jugó por primera vez en el nuevo recinto el 24 de mayo de 1929, un amistoso contra el equipo uruguayo del Rampla Juniors. Tras la clausura del certamen el Stadium no tenía una actividad concreta y pasó a depender del Ayuntamiento de Sevilla. Se jugaron algunos partidos de fútbol tanto por parte del Sevilla como por parte del Betis. Así, el Betis llegó a disputar 5 encuentros amistosos más entre 1929 y 1932 e incluso un partido de competición oficial, como fue el de Copa contra el FC Barcelona jugado en abril de 1930.

Pero el recinto, por falta de cuidado y actividad, fue deteriorándose rápidamente. Durante esos años posteriores a 1932 fue empleado para espectáculos automovilísticos, hípicos, actos benéficos y actividades políticas. También se utilizó como campo de entrenamiento de la guardia de asalto, un cuerpo policial de época de la República, y de la guarnición militar.

Lógicamente con todas estas actividades el terreno de juego no merecía ser llamado como tal cuando el Betis Balompié se hizo cargo del recinto mediante el contrato de arrendamiento firmado el 16 de julio de 1936, con una validez inicial de 10 años. El inicio de la guerra civil impediría al club ejercer este contrato de arrendamiento, dado que el estadio fue utilizado como acuartelamiento militar durante los dos primeros años de la contienda, para posteriormente usarse para diversas exhibiciones militares y políticas del régimen franquista. Es en los primeros meses de 1939 cuando el Betis accede ya al Stadium, que tiene que ser acondicionado y reconstruido de forma importante.

El 12 de marzo de 1939 el Betis estrena el estadio con un partido de la jornada 10 del Campeonato de Andalucía frente al Sevilla, con victoria verdiblanca por 1-0 y gol obra de Francisco González “Paquirri”. Durante los primeros años 40 se deja la denominación de Stadium de la Exposición y el lugar comienza a ser denominado como Estadio de Heliópolis, envirtud del barrio donde estaba enclavado el recinto. Curiosamente la denominación hacía alusión al significado de la palabra griega Heliópolis (Ciudad del Sol), dada la falta de sombra que concurría en el barrio construido para la Exposición de 1929.

El aforo que recoge el Anuario de la Federación Española de Fútbol en 1942 es de 16.060 espectadores (12.820 de pie y 3.240 sentados), siendo las dimensiones del terreno de juego 107×66 metros. Hasta la presidencia de Pascual Aparicio(1949-1951) no comienza a cambiar la fisonomía del recinto, ya que se decide encalarlo, pues hasta entonces mantenía el aspecto inicial con el hormigón en que fue construido. Pero no será hasta el año 1954 cuando comienza a remodelarse el estadio en su estructura original.

El ascenso de Tercera a Segunda División ese año lleva al club ampliar el aforo de Heliópolis, lo que se hace mediante la construcción de una nueva tribuna en Gol Norte con capacidad para 5 mil espectadores de pie. Hay que señalar que tanto Gol Norte como Gol Sur aún no estaban unidos a las tribunas de Fondo y Preferencia, quedando en las cuatro esquinas del campo un espacio abierto. En la tribuna de Gol Norte se ubicaba el marcador, mientras que en la de Gol Sur estaba el marcador simultáneo que informaba de la marcha de otros partidos.

 

El ascenso a Primera División en 1958 abre el proceso para seguir ampliando y remodelando el estadio. Se construye una tribuna totalmente nueva en Gol Sur con capacidad para 10 mil espectadores de pie. Mientras que Gol Norte se amplía en 3 mil más. A su vez en la tribuna de Fondo se ganan 4 mil espectadores más, todos ellos también de pie. En el mes de junio de 1959 se dota a Heliópolis de iluminación eléctrica nocturna, lo que permite ampliar de forma importante los horarios para disputar encuentros de fútbol. Es el partido del 6 de junio de 1959 frente al Sporting de Portugal el encuentro en que se inaugura la iluminación nocturna.

Este será básicamente el Estadio de Heliópolis que el Betis adquiere al Ayuntamiento de Sevilla por un importe de 14 millones de pesetas. La adjudicación municipal tiene lugar en noviembre de 1960 y se formaliza en agosto de 1961. El 4 de diciembre de 1960 el recinto se estrena ya como Estadio Benito Villamarín, según se aprobó en la Asamblea de socios celebrada el 3 de septiembre de 1960. Aunque desde su adquisición se especula con ampliaciones importantes del aforo, el estadio queda prácticamente igual durante toda la década de los años 60.

 

Es en el verano de 1971 cuando se acomete la construcción de una nueva tribuna en Gol Norte que viene a sustituir a la de los años 50. Las obras se iniciaron el 7 de junio, y la nueva tribuna se usó parcialmente en el partido contra el Celta del 12 de septiembre y de forma completa el 10 de octubre contra el Barcelona. El recinto ganaba otros 8 mil espectadores, ya que ahora sí se cerraban los espacios abiertos que existían junto a Fondo y Preferencia. En el verano de 1972 esta misma actuación se realizó en Gol Sur, sustituyendo la tribuna de 1958 por otra nueva que conectaba ya con Fondo y Preferencia,cerrando totalmente el campo por todas las esquinas. Se ubicó en esa zona el marcador del campo, mientras que el marcador simultáneo se estableció en Gol Norte. La nueva tribuna de Gol Sur se inauguró el 24 de septiembre de 1972 frente al FC Barcelona.

También en ese verano de 1972 se renovó y amplió la potencia eléctrica de la iluminación nocturna. Con todas estas ampliaciones el aforo oficial del Villamarín ascendía ya a 41.725 espectadores. Pronto un nuevo reto vendría a continuar ampliando el estadio. La asamblea extraordinaria de socios celebrada el 5 de julio de 1974 aprobaba construir un Voladizo sobre la tribuna de Preferencia con capacidad para 8 mil espectadores sentados. Las obras se iniciaron en julio de 1975 y finalizarían en noviembre de 1976. El 5 de diciembre de 1976 se utilizó por primera vez en partido contra el Real Madrid, siendo inaugurado al completo y de forma oficial el 9 de enero de 1977 contra el FC Barcelona.

También esa temporada se amplió la potencia lumínica de las torres de iluminación, lo que permitía retransmitir partidos en color por televisión. Con el nuevo Voladizo el aforo del Villamarín se situaba en los 49 mil espectadores. La celebración del Campeonato Mundial de Fútbol en el año 1982 en España supuso otra importante reforma del estadio Benito Villamarín. En el año 1980 aún se mantenían las tribunas originales de Fondo, que se remontaba en su totalidad al año 1929, y de Preferencia, también de ese mismo año, aunque había sufrido a lo largo del tiempo algunas reformas en su aspecto exterior con la construcción y renovación de los palcos familiares. La asamblea extraordinaria de socios celebrada el 26 de febrero de 1980 aprobó la remodelación del Villamarín para adaptarlo a ser sede del Campeonato Mundial de 1982.

 

La asamblea, convocada por la directiva presidida por Juan Manuel Mauduit, se celebra bajo el lema «Para un gran Club un gran Estadio» y suponía el derribo de las tribunas de Fondo y Preferencia originales del viejo Stadium construido en 1929. La de Fondo sería sustituida por una nueva construcción cubierta y con capacidad para 6.461 espectadores, mientrasque en Preferencia se ubicarían dos alturas, una con capacidad para 2.604 espectadores y una grada baja para 6.017 espectadores. Como novedad, la inclusión de asientos de plástico en todas las nuevas zonas y la desaparición de las vallas instaladas en el verano de 1977 alrededor de todo el terreno de juego, que ahora sería separado de las gradas por la construcción de un foso.

Se realizaban además diversas obras de drenaje y riego en el campo, la construcción de nuevos vestuarios y fosos para los banquillos y la adaptación del terreno de juego a las medidas de 105 x 68 metros. También en el proyecto del nuevo Villamarín todas las oficinas y dependencias administrativas del club se trasladaban al propio estadio, abandonando la histórica sede del club en la calle Conde de Barajas, acabando así con la presencia de la sede oficial de la sociedad en el centro histórico de la ciudad. La venta de las dependencias de Conde de Barajas se destinaría a la financiación de la Ciudad Deportiva, una aspiración del club que no terminaba de concretarse a pesar de existir varios proyectos desde los años 70. El Comité Organizador del Mundial 1982 invertía en esta obra 90 millones de pesetas, mientras que todo lo demás, hasta 409 millones de pesetas, corría a cuenta del club, para lo que se negoció un crédito bancario con el Banco de Crédito a la Construcción, con un interés anual del 11% y un periodo de amortización de 11 años desde 1983.

La tribuna de Fondo fue volada el 6 de junio, mientras que la de Preferencia caía el 10 de julio. Nada quedaba ya del viejo Stadium de la Exposición. Las obras se retrasaron más de lo previsto, debido a la huelga de la construcción que hubo en el mes de julio, de forma que hasta el 19 de octubre de 1980 el Betis no jugó en el Villamarín frente al Hércules. Ese día se inauguraron las nuevas tribunas de Preferencia y Fondo, aunque ésta aún sin cubrir con la visera, que tardaría un tiempo más.

Las medidas de seguridad que se adoptaron en todo el fútbol europeo a finales del siglo XX redujeron al aforo del Villamarín, al convertir las localidades de a pie tanto de Gol Norte como de Gol Sur en localidades de asiento. En 1998 se reemprendió la remodelación del estadio, con el derribo de la tribuna de Gol Norte el 14 de abril dentro del proyecto de reconstrucción completo del estadio, que aspiraba a ser uno de los más modernos de Europa, con capacidad para 64 mil espectadores e incluso con una cubierta desplegable.

 

A mediados de mayo era la tribuna de Fondo la que caía, con lo que durante todo ese verano la maquinaria estuvo activa en el Villamarín. El 12 de septiembre de 1998 en el partido contra el Zaragoza se inauguraron las gradas bajas de Gol Norte y Fondo, así como el primer anfiteatro de Gol Norte. Los enfrentamientos de Ruiz de Lopera con la constructora Agroman paralizaron las obras, que se reanudarían tiempo después para inaugurar ya los 3 anillos de Gol Norte y Fondo en febrero de 2001 contra el Barcelona. La capacidad total del estadio ascendía a 51 mil espectadores. En enero de 2000 el estadio cambió su denominación, pasando a llamarse Ruiz de Lopera.

 

El estadio retomó su nombre de Benito Villamarín en octubre de 2010. Sin embargo el proyecto se quedó ahí, y ni Gol Sur ni Preferencia ni Voladizo siguieron el proyecto diseñado por el arquitecto Antonio González Cordón, y que no se retomó hasta junio de 2016 con el derribo de la tribuna de Gol Sur y el levantamiento de la actual, que fue estrenada el 25 de agosto de 2017 contra el Celta, quedando el aforo actual en 60.720 espectadores. Así pues, a día de hoy la parte más antigua del Villamarín es el Voladizo, pues data de 1976. Le sigue Preferencia, que es de 1980, mientras que Gol Norte yFondo son del 2001 y Gol Sur de 2017.

 

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